Nuestros rostros poseen una gran cantidad de músculos, en total 57, mismos que nos permiten tener una piel saludable y sostenible, esto si mantenemos nuestros músculos faciales bien tonificados, pues son la clave para evadir el descongelamiento de la piel del rostro, la cual se acentúa con el pasar de los años.
La pregunta está en ¿cómo se pueden ejercitar los músculos de la cara? Y, una de las opciones más factibles es el yoga facial. De acuerdo a Mercedes Acedo-Rico, responsable de comunicación de Clinique, asegura que «los ejercicios por encima de los hombros, como el yoga facial, han existido desde hace siglos y nos ayudan a realzar, levantar y tonificar los músculos del rostro, evitando la flacidez y la aparición de arrugas».
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Y es que, este tipo de ejercicio «estimula la microcirculación, energizando las células y fomentando la absorción máxima de nutrientes del torrente sanguíneo«. Seguramente, muchas féminas pensaran que no ya es tarde para hacer este tipo de ejercicios para tu piel por la edad, pero, lo increíble es que el yoga facial se adapat a las necesidades de tu tez de acuerdo a tu edad.
A los 20
Las personas de esta edad, de seguro, no se estarán preocupando en este momento por el tema del envejecimiento, pero es necesario empezar desde ya una rutina regular de cuidado de la piel, pues es la mejor estrategia para obtener una piel más joven en los años por venir. El yo facial te ayudará a prevenir la pérdida de luminosidad que ya se está desvaneciendo de tu piel, sobre todo si has dormido poco.
A los 30
En este período se comienzan a presenciar los primeros signos de envejecimiento, como pequeñas arrugas y la pérdida de luminosidad. Es el momento perfecto para introducir este tipo de ejercicios en tus hábitos diarios, tanto por la mañana como por la noche, esto con el fin de alentar el proceso de envejecimiento.
A los 40
Para esta etapa el yoga facial le brindará una recarga de energía a tu piel, además de que te proporcionará una piel más tersa y, ademas, retrasa su descongelamiento. Sin embargo, se debe tener en cuenta que para este proceso se necesita una gran dedicación y paciencia para que el trabajo rinda sus frutos.