Una de las firmas más consolidadas, como lo es el de Carolina Herrera, presentó su propuesta para el Otoño-Invierno 2019 en medio de un jardín lleno de colores y vida pura, esto durante la Semana de la Moda de Nueva York.
Lleno de flores preciosas de invernadero, un museo de Nueva York se vio amenizado con los atuendos que la marca exhibió para esta nueva colección. Inspirada por el mínimo equilibrio y el dramatismo máximo de los bodegones florales del fotógrafo Robert Mapplethorpe, en esta línea el encargado de la marca, Wes Gordon, resaltó la presencia sublime de su espíritu audaz.
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Pues, Robert es una figura que marcó pauta en la trayectoria de la famosa firma, es el autor de los retratos más apreciados de Carolina. Y es que, sin duda alguna, sus composiciones florales representan con exactitud la gracia y el magnetismo sensual de la mujer, componiendo de tal forma la belleza esencial de la naturaleza.
En los diseños presentados se pudo apreciar las grandes pinceladas de color que se unen a proporciones extremas, así como las propuestas de tul en tono azul celeste se dejaron ver con un gran bordado de simpáticas flores de nectarina. Asimismo, se vio reflejado las sombras terrenales en chifón que, singularmente, divierten con elementos que evocan los taxis amarillos, aportando un dinamismo natural a la prenda.
Muchos de los atuendos están conformados por vestidos y faldas con línea de trapecio o románticas blusas que, a su vez, encuentran como contrapunto trajes sastre con guiño masculino. Finalmente y, como complemento, se destacaron los cinturones tipo fajín con gran lazada y una línea de calzado cómodo tipo babuchas planas o mules con tacón midi.