El comedor de La Casa Bistró huele a plan de fin de semana y es que los cocineros y amigos, Héctor Romero y Francisco Abenante, chef del restaurante, tienen el antojo de comer varios platos bien preparados pero no tienen dónde comerlos. Por eso, después de haber consultado a varios amigos sobre dónde podían conseguirlos, concluyeron que mejor los hacían ellos para “matar el antojo”.
Diez son los platos de este festival que durará pocos días y la recomendación es ir en grupo para disfrutar a plenitud.
Menú de antojos
Bacalao con nata, pescado entero a la brasa con mojo verde, calamares rellenos con ajo frito en su tinta, mejillones con ají panca en cazuela, escabeche de pescado, ensaladilla rusa con huevas de pescado crujientes, arroz de conejo y gambas en paella, ensalada del huerto con canónigo, rúcula salvaje, escarola y semillas, pollo frito y una causa de catalana y ají margariteño en homenaje al cocinero Ruben Santiago, forman parte de los antojos que solo estarán disponibles por pocos días.
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Más sobre La Casa Bistró
Desde hace una década, La Casa Bistró es el restaurante donde convergen la tradición, el oficio y donde se retoman los procesos tradicionales que se aplicaban en las cocinas caraqueñas. Es el comedor de caraqueños y foráneos con una misión: que en esta casa se coma rico.
Lo lideran el cocinero Francisco Abenante, laureado por la Academia Venezolana de Gastronomía con el Tenedor de Oro (2009) y el Premio Armando Scannone (2015) junto a su socia Valentina Semtei, quien cree firmemente en una cocina que no solo sepa bien sino que te haga bien, gracias a una visión que otorga importancia principal a la salud de sus comensales, donde procura ser balanceada en sus porciones y que cuente con los nutrientes necesarios.
Aquí se evita el uso de insumos altamente procesados y se elabora casi la totalidad de su oferta desde cero: desde la siembra de los vegetales de su huerto, estableciendo relaciones directas con los productores y proveedores a fin de conocer la procedencia y, en la medida de lo posible, la trazabilidad de lo adquirido; la elaboración propia de todas las masas utilizadas en panes, arepas y postres, así como el 100% de los embutidos utilizados y ofrecidos en el restaurante.