Hace un par de días la marca italiana Valentino presentó lo que será su colección pre-fall del próximo año, en un gran desfile que se celebró, por primera vez en Tokio, Japón. Dicha línea se vio inspirada en toda la cultura japonesa.
Desde tradiciones típicas, filosofía wabi-sabi, en donde se encuentra en la imperfección lo bello, hasta el arte del kintsurgi, la cual repara las piezas rotas añadiendo más belleza; fueron algunos de los elementos que sirvieron como fuente de inspiración para la creación de esta colección.
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No obstante, no es primera vez que un diseñador de occidente tomara como fuente las artes y tradiciones niponas, pero sí es la primera vez que Pierpaolo Piccioli las toma en cuenta, dando como resultado una mezcla de cultura japonesa con estética sofisticada y muy femenino, algo que fue un rotundo éxito.
El desfile como tal se llevó a cabo en una antigua nave industrial, muy cerca del río, y que está hecha de cemento, el lugar indicado, pues el escenario poseía un contraste con cada una de las piezas de distintos colores y telas que allí se exhibieron. Pero, por si fuera poco, para hacer resaltar más la colección y la pasarela, llovieron decenas de pétalos rojos sobre todo el escenario.
En esta colección los colores predominantes fueron el rojo y el negro, que acompañados con piezas claves crearon unos atuendos increíbles y deseados por muchos.
Y es que, Piccioli ha querido que con esta línea se aplique la moda occidental, mezclado con ese gusto por lo diferente, por la imperfección de la cultura japonesa, dando como producto un arte de contrastes: faldas semitransparentes de tul, con plumíferos negros, el cuero lo ha combinado con el encaje, sombreros de lluvia con plumas para los caballeros que, por primera vez también desfilaron junto a las damas en un desfile de Valentino.
Fotografías cortesía: Harpers Bazaar