Los Asesinos de la Luna es lo último y más reciente de Martin Scorsese. No hay duda de que cuando se habla de este director uno sabe que lo que se va a ver en la pantalla grande es bueno. Sin embargo, y luego de dos películas de Martin que me llevaron a los brazos de Morfeo, no estaba muy segura o convencida de lo que podía esperar de Los asesinos de la luna, y es que esta película dura tres horas y 20 minutos, además que es una especie de western.
Así que cuando llegó la hora de verla me preparé mentalmente, pero la sorpresa fue mayúscula. Me atrevo a decir que es uno de los mejores trabajos de Scorsese en los últimos años y que la película tiene todo, absolutamente todo, para ser nominada al Oscar y llevarse unas cuantas estatuillas.
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Basada en una historia real
La película está basada en el libro de no ficción más vendido de 2017 (Killers of the Flower Moon: The Osage Murders and the Birth of the FBI), cuenta la historia de los Osage, una tribu india norteamericana que a principios del siglo pasado se hizo inmensamente rica por tener petróleo en sus tierras. Pero, así como llegaron las riquezas, llegaron los asesinatos. Un exterminio inexplicable que los Osage no entendían y que nadie quería investigar, hasta que llega el FBI y se descubre una trama de ambición y violencia, perpetrada por William King Hale (Robert De Niro) y sus cómplices.
Hale era un ganadero que compartía y vivía en las mismas tierras que los Osage. Además era un especie de alcalde y benefactor, pero tras esa fachada estaba detrás de los asesinatos de los Osage.
La cuestión era la siguiente (y aquí no hay spoilers de ningún tipo ya que esto fue un evento real y que pasó a la historia como un infame episodio), debido a la ley Osage, la única manera de heredar las tierras llenas de petróleo era a través de vínculos de sangre. Gracias a la prosperidad de las mismas, miles de blancos llegaron a Oklahoma para trabajar y por supuesto, muchos se casaron con indios Osage, y es aquí donde Hale vio una forma de hacer dinero.
Los Asesinos de la Luna nos cuenta el entramado que tenía King y cómo afectó a Mollie Bukhart (Lily Gladstone) y su familia. Scorsese se toma su tiempo para adentrarse en los hechos, pero lo hace con una sutileza que uno no se da cuenta que la historia nos va arrastrando a su ritmo.
Otro de los puntos a destacar es el retrato que se hace de la cultura Osage. Sus tradiciones, sus forma de vivir, todo está perfectamente pensado y hermosamente ejecutado.
Las actuaciones
Otra de las cosas a destacar son las actuaciones. Robert De Niro, como siempre, excepcional en su papel de lobo disfrazado de oveja. Leonardo Di Caprio también deja el listo muy alto con su papel del malo, pero cobarde, Ernest Bukhart. Un personaje de mil capas al que Di Caprio sabe ponerle ritmo. Pero sin duda, la mejor interpretación de la película es la de Lily Gladstone. Su Molly es de una fuerza y determinación inquebrantable, al tiempo que le lleva el pulso a Di Caprio y De Niro.
También esta Jesse Plemons, que como siempre, se roba las escenas cada vez que aparece. Y Brendan Fraser con una corta, pero poderosa actuación.
Asimismo, hay que destacar que Los Asesinos de la Luna visualmente es hermosa, con una fotografía cálida y un guion desgarrador, que refleja el drama vivido por los Osage a mano de hombres codiciosos y sin escrúpulos. Una cinta que reivindica a los Osage y revela las injusticias y la crueldad a la que fueron sometidos.
Sin duda una película que hay que ver.