«NOP», la más reciente película de Jordan Peele, se estrena este jueves en las salas del país. Es rara, cautivante, enigmática y te mantiene pegado al asiento a medida que avanzan los minutos. La vimos, y confesamos que a pesar de su rareza ¡Nos encantó! A continuación te contamos por qué debes ver esta película.
Es de Jordan Peele
Su opera prima como escritor, productor y director, «Get Out», fue un éxito sin precedentes y aunque luego su siguiente cinta dejó a más de uno confundido, el actor convertido en director se resarce con «NOP». Una historia que tiene su sello de principio a fin y que nos muestra la adicción al espectáculo que tenemos cada uno de nosotros. Desde la idea que tenemos de nosotros mismos, hasta como hacemos del espectáculo algo de nuestra cultura. «El ADN de la película tiene esta gran pregunta sobre la adicción humana al espectáculo y lo que sucede cuando se involucra el dinero: se produce esta explosión masiva de algo que debería ser puro y natural.
La historia
Aunque al principio estemos desconcertados de qué va la historia, esta es muy interesante. Se sitúa en las afueras de Los Ángeles en el árido valle de Santa Clarita, donde los hermanos OJ y Emerald Haywood han heredado un rancho de caballos de su padre en el que comienzan a suceder situaciones algo extrañas, lo que los lleva a una absurda y obsesiva observación.
Los actores
El oscarizado Daniel Kaluuya regresa para trabajar con Peele como el hijo del dueño del rancho. Un hombre pasivo que lo que quiere es trabajar, pero que se ve arrastrado al extraño fenómeno que sucede en su propiedad. Keke Palmer está increíble como Emerald y lleva un ritmo impecable al igual que Brandon Perea en su papel de experto en tecnología. Steven Yeun tiene uno de los papeles más desconcertantes del film y a la vez más curioso.
Los efectos
No es de grandes efectos como «Avatar» y Peele resuelve de una manera muy ingeniosa y sencilla el meollo del asunto de la película. Además tiene alrededor de 700 tomas visuales del cielo porque es imposible mantener la continuidad. Solo hay unas cuantas tomas de nubes reales en la película.