«Buena suerte Leo Grande» es la más reciente película de Emma Thompson en donde interpreta a una viuda que paga por sexo. Aunque la premisa puede sonar un poco escandalosa la cinta es una íntima mirada a una mujer de 62 años que pese a todo sale a buscar lo que quiere y a vivir lo que no ha vivido en años. La película se estrena este viernes en los cines A continuación te contamos cinco razones por las que tienes que ir a cine y disfrutar de esta maravillosa película.
Rompe tabúes
Para empezar se centra en la sexualidad de una mujer de 62 años y su búsqueda por conocer a su cuerpo, por buscar lo que quiere, por saber lo que necesita y por vivir. Además toca el tema de los trabajadores sexuales. En este caso Leo, un joven de unos veinte o treinta años, es el trabajador sexual que asume su trabajo como cualquier otro, y que lo considera un servicio necesario para las personas, a pesar de los estigmas que el mismo conlleva.
Es encantadora e inteligente
Esta comedia para adultos es encantadora. Desde el primer momento en que vemos a Leo y Nancy nos enamoramos de ellos. De la vulnerabilidad de Nancy y sus aprehensiones, así como de lo ligero que es Leo y lo presto que está por escuchar y entender a su cliente. El guión es una maravilla con diálogos inteligentes y un fino sentido del humor.
Emma Thompson está maravillosa
De por sí es una de las grandes actrices del mundo del espectáculo y con «Leo Grande» solo confirma lo que yo sabíamos. Es conmovedor ver todos los matices de Nancy, su personaje, y la llegamos a querer y a entender en todo su viaje de autodescubrimiento. Además muestra su cuerpo reivindicando que las mujeres de más de 50 siguen siendo bellas y que no hay nada de qué avergonzarse cuando se está envejeciendo. Tampoco hay que dejar atrás a Darryl McCormack (Leo Grande) que impregna de candor a su personaje y nos vende a un trabajador sexual empático, que además de proveer sexo, tiene visos de terapeuta y que a pesar de la seguridad que transmite hay mucha vulnerabilidad
La dirección
El guión de Katy Brand es una maravilla, y la dirección de Sophie Hyde también. Con una sola locación y los actores la película se mantiene y sustenta durante todos sus minutos. No hay una sola escena donde uno se aburra o se desconcentre. Uno se mete en el viaje de Nancy y Leo y los acompaña hasta el final. Y no hay escenas más poderosas que la de los últimos minutos de este maravilloso viaje.