En verano uno de los estilos decorativos preferidos es el ibicenco debido a que representa la calma, la luminosidad y la tranquilidad que caracteriza esta estación, además de recordar a la vida en la playa. Por ello, han surgido diversas ideas asociadas con esta tendencia que se pueden aplicar en la decoración. Aquí todos los detalles del estilo ibicenco.
¿A qué hace referencia el estilo ibicenco ?
También conocido como el estilo mediterráneo, el ibicenco crea una casa simple y relajada que simula la vida en una isla. La frescura, la informalidad y el lado natural son indispensables para conseguirlo.
Se puso de moda en los años setenta, pero su filosofía casual, cómoda y acogedora sigue vigente en la actualidad. El estilo ibicenco usa tonos blancos con tonos tierra y azules junto a texturas agradables a la vista y materiales como el lino, yute o el algodón.
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Blanco como base
El color blanco es el más repetido en los interiores que siguen esta tendencia decorativa, ya que potencia la luz, refresca los espacios y la claridad del clima mediterráneo.
De esta manera, cubre las paredes, los techos y los suelos donde las superficies no están pulidas y perfectas, aspecto que aporta textura y enriquece el ambiente. Asimismo, también el color puede cubrir en gran medida los mobiliarios y textiles.
Toques de color
Sobre el color base se incorporan leves pinceladas de otros colores que avivan el espacio, pero que no son predominantes. Por lo general se utilizan tonos azules como el añil, azul grisáceo, azul marino, turquesa o celeste.
Aunque los amarillos, naranjas o rosados también se implementan para romper con la neutralidad y mantener la frescura.
Minimalismo presente
El estilo ibicenco exige que los interiores de las casas cumplan con el lema “menos es más”, debido a que la creación de espacios acogedores y simples es indispensable.
Elementos puntuales con texturas que destacan dan forma a decoraciones con espacios agradables y cálidos que invitan a relajarse.
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Dile sí a las texturas
Esta tendencia relaciona los materiales con la naturaleza, por lo que en los interiores de las casas ibicencas se busca conseguir diversas texturas que ofrezcan personalidad a los espacios.
La cal se utiliza en las paredes para aislar los daños ante el paso del tiempo. De igual forma, es común encontrar paredes de piedra natural con un acabado original que aporta un toque natural y adquiere valor con el paso del tiempo.
En los suelos es común el uso de baldosas de barro o cemento pulido. Ambos son materiales naturales usados en construcciones de las islas que dan un toque ideal a los hogares que buscan el estilo ibicenco.