Justo antes que el Covid-19 paralizara todos los planes, se inició en la GBG Arts una exposición llamada “La imagen persistente”. Con el apoyo de grandes artistas como Rafael Arteaga, Hecdwin Carreño, Jeanne Jiménez y Paúl Parrella, le daba al público una visión diferente sobre la pintura. La clausura de la exposición se dio a través de redes sociales y todo el contenido fue profundamente instructivo.
“La imagen persistente”
Es una colección de la curadora Camen Alicia de Pascuale, que buscaba enseñarle al público una visión diferente sobre la pintura. “La idea era —y es— pensar la pintura como imagen, algo que implica salir del género artístico sin abandonar el discurso del arte, intentando estirar la cuerda de su propio recorrido más allá de las identidades categoriales”, asegura la curadora de la GBG Arts.
La visión de Pascuale con la colección, era hacernos entender la importancia de la pintura como una educadora y rectora de lo que conocemos como cultura. Desde el inicio de los tiempos, el arte de la pintura nos enseñó a ser espectadores y a encontrar satisfacción en la visión. Ese concepto sigue activo en nuestra mentalidad y lo que buscaba la colección, era darle forma:
“En tanto imagen, la pintura sería una construcción del sentido o el significado que no puede ser agotada por su condición de práctica artística: hace falta comprenderla dentro del carácter difuso de las categorías actuales, que hace insuficiente el enfoque histórico, y su ilusorio y ansioso afán de superación de lo anterior”, explica la curadora.
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La pintura no es un arte contemporáneo
Engalanando las salas de la GBG Arts, se encontraban piezas de grandes representantes de la pintura, pero su curadora, quería dar a entender que no es un arte contemporáneo, pese a su facilidad para el mercado:
“Ese señalamiento de la apetencia comercial de la pintura, aunque no puede ser acompañado por el registro de las ventas de esta exposición, sí puede serlo por el lugar que ha venido ocupando la pintura en las últimas ferias de arte y las grandes exposiciones de museos de referencia, y a las que estuvimos atentos en el marco de la preparación de La imagen persistente (…) Nos parecía mucho más importante discutir que la pintura nos inventó como espectadores —idea que supera el dualismo persistente de la modernidad— pero si era cierto que existía un interés comercial por ella, no lo veíamos agustinianamente como un pecado sino como una oportunidad de decir cosas que encontrarían buenas condiciones de recepción”, indica de Pascuale.
La muestra se despidió con una serie de lives en la cuenta de Instagram de la GBG Arts. Su curadora, para cerrar explicó: “Todo espacio que busque pensar desde las distintas prácticas visuales, pero especialmente desde la pintura, las nuevas categorías derivadas de la crisis del arte como historia, es indispensable”.
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¿De qué se trató la exhibición?
“La imagen persistente” de la GBG Arts, presentó pinturas de Rafael Arteaga, Hecdwin Carreño, Jeanne Jiménez, Paul Parrella, cuyo eje curatorial parte de la reflexión de la pintura como práctica e imagen contemporánea, reúne un conjunto de obras de cuatro artistas:
Jeanne Jiménez, cuya propuesta gira en torno a la exploración de la imagen personal a través del cuerpo atomizado en detalles y de productos de belleza que se trasladan hacia atmósferas poéticas.
Hecdwin Carreño, quien expresa con maestría técnica retratos hiperrealistas que requieren reconstruirse en el ojo del espectador a través de trazos matizados.
Rafael Arteaga, construye dinámicas discursivas tomando extractos de memorias fotográficas que encuentra arrojadas al olvido.
Paul Parrella, quien parte de un registro fotográfico y llega a la construcción de trazos de gran fuerza expresiva que dialogan entre sí.
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