Su estructura lo hace parecer salido de un cuento de selva futurista y su misión de ser lo hace todavía más hermoso. Este centro arquitectónico diseñado por Thomas Heatherwick, nace con la finalidad de ayudar a los pacientes en procesos de sanación a recuperarse rodeados de belleza.
¿De qué se trata el centro?
Los Maggie’s Leed Center, son espacios diseñados con una estructura abierta y fluida, pensados específicamente para contribuir con la recuperación de personas con cáncer. El concepto tiene el propósito de brindarles un espacio lleno de belleza, en el que puedan ser visitados por sus amigos y familiares, mientras reciben sus tratamientos. En el espacio, tanto los pacientes como sus allegados, pueden buscar apoyo práctico y emocional completamente gratis.
¿Cuál es la filosofía del lugar? Nace bajo la creencia de que las personas no deben “perder la alegría de vivir, por culpa del miedo a morir”, explica el Heatherwick Studio, la compañía de Thomas Heatherwick quienes fueron los encargados de diseñar el lugar.
El espacio es uno de los centros de recuperación más grandes del mundo, se encuentra en el centro del Hospital de la Universidad de St. James, en Leeds, Inglaterra. Son el hospital universitario más grande de Europa, le sirve a toda la comunidad de Yorkshire.
¿Por qué está diseñado así?
La parte más compleja de todos los tratamientos, es dominar el miedo. El personal del hospital trabaja constantemente para mejorar las experiencias de sus pacientes y fue así como nació la idea de diseñar un lugar hermoso, amplio y diferente que les sirviera de centro de recuperación.
El objetivo principal era crear una casa que las personas no se atreverían a construir para sí mismas, para hacerlos visitar un lugar que le hiciera volar el pensamiento y les diera todavía más ganas de vivir.
“Nuestro objetivo era construir un hogar para las personas afectadas por el cáncer que fuera conmovedor y acogedor, a diferencia de otros entornos clínicos. Al usar solo materiales naturales y sostenibles, y sumergir el edificio en miles de plantas, tuvimos la oportunidad de crear un ambiente extraordinario capaz de inspirar a los visitantes con esperanza y perseverancia durante sus difíciles viajes de salud”, dijo Thomas Heatherwick.
Está lleno de curvas, ventanales amplios y plantas por todos lados. Busca dar la sensación de amplitud y libertad, todo lo contrario a lo que ofrecen la mayoría de los hospitales.
Cada detalle tiene un propósito: dar tranquilidad
Detrás de cada decisión tomada en el proceso del diseño, hay horas de estudios arquitectónicos y psicológicos. Heatherwick lo explica así:
“La puerta de entrada, por ejemplo, es un umbral psicológico, el punto en el que alguien puede comenzar a aceptar un diagnóstico de cáncer. No todos estarán listos para abrir la puerta de inmediato, por lo que hay un banco para sentarse afuera o un camino privado para pasear tranquilamente por los jardines”, comenta.
Su diseño buscaba alejarse lo más posible de la arquitectura convencional de un hospital: “En el interior, los visitantes no se enfrentan a un espacio de recepción convencional; en cambio, encuentran un acogedor asiento junto a la ventana, un tablón de anuncios y una vista al corazón del centro. Todo en vidrio y abierto, para que jamás se sientan atrapados”, asegura el arquitecto.
Cada espacio fue cuidadosamente pensado para poder darles a los pacientes un oasis aun en el medio del caos. El centro es completamente gratuito y trabaja como una fundación de caridad. Si quieres ver más, haz clic aquí.