Sammy Basso, el italiano de 28 años que fue la cara de la progeria, falleció la semana pasada debido a las complicaciones de su enfermedad.
El científico fue quien visibilizó esta extraña enfermedad en la que los niños tienen una expectativa de vida de 13 años. Basso sufría del síndrome de progeria de Hutchinson-Gilford, el cual le diaganosticaron a los dos años de edad.
¿Qué es la progeria?
Es un trastorno genético progresivo extremadamente raro. Provoca una aceleración del envejecimiento de los niños a partir de los primeros dos años de vida.
Los niños con progeria suelen parecer sanos cuando nacen. Pero, durante el primer año, empiezan a aparecer síntomas como el crecimiento lento, la pérdida de tejido adiposo y la caída del pelo, reseña Mayo Clinic.
Añade, que los problemas cardíacos y accidentes cerebrovasculares son las causas finales de muerte en los niños que sufren de esta enfermedad.
Asimismo, se resalta que la enfermedad afecta a todo el organismo, menos las capacidades mentales.
Sammy Basso, el paciente más longevo
El italiano, que logró llegar a los 28 años, tenía el aspecto físico de las personas con progeria: pérdida de cabello, pérdida de masa muscular, envejecimiento de la piel y problemas de las articulaciones. Pesaba 20 kilos y media 140 centímetros.
Pese a su enfermedad, Sammy, estudió y logró graduarse de Ciencias Naturales en 2018 en la Universidad de Padua, soñaba con encontrar una cura para su patología.
Y a pesar de todo sí hizo por la enfermedad. Creó junto a su familia la Asociación Italiana de Progeria Sammy Basso, la cual recauda fondos para la investigación, promueve la colaboración científica y apoya las familias con progeria.
Más allá de que excedió las expectativas de vida, Sammy también se hizo famoso gracias a un documental de National Geographic, «Sammy’s Journey», que narra su viaje por la ruta 66 de Estados Unidos junto a sus padres y un amigo.