La directora coral venezolana, Astrid Sánchez Pargas, conquista a Estados Unidos, con buen ritmo, talento y disciplina. Un arte excepcional que suma más de 15 años de experiencia, en esta profesión y en la educación musical
Astrid Sánchez, ha llevado la música latinoamericana a nuevos horizontes, a través de su trabajo con la Coral Wattaka y Wattaka Kids, en Tampa, Florida, y su liderazgo, ha logrado que estas corales comunitarias, se conviertan en un referente de la cultura venezolana en el extranjero.
La artista nació en el estado Lara, Venezuela, se formó en el Sistema Nacional de Orquestas, entre sus logros están: la dirección de coros infantiles y juveniles en su país natal, así como en Colombia y Estados Unidos. Actualmente, en su papel como directora en St. Mark the Evangelist Catholic Church, ha implementado programas educativos, que enfatizan el desarrollo vocal y el compromiso comunitario, fusionando la tradición musical venezolana, con la cultura local de Florida.
En la Coral Wattaka, Astrid desarrolla proyectos innovadores, que han gustado mucho. En su paso por Colombia, en la ciudad de Villavicencio, fundó en 2021, la escuela de música “Smart Music School”, donde además de dirigir, se desempeñó como profesora de canto, piano y lenguaje musical. Este enfoque, ha permitido a sus estudiantes, desarrollar habilidades que trascienden la música, fomentando la disciplina y la colaboración artística.
Astrid Sánchez destaca en Estados Unidos
El reconocimiento a su labor sigue. En 2022, Venezuela USA Foundation honró a Astrid Sánchez, por su contribución a la preservación y promoción de la cultura venezolana en el extranjero. Este premio, destaca su compromiso con la excelencia y su capacidad para inspirar a jóvenes músicos, algo que ha estado presente en su carrera.
Con su habilidad para combinar la dirección coral con la educación musical, Astrid Sánchez se ha convertido en una líder y embajadora de la música venezolana en Estados Unidos. Su contribución no solo enriquece la cultura musical de Tampa, sino que también, representa un puente entre las tradiciones venezolanas y la diversidad cultural estadounidense.