La realeza cuenta con una infinidad de joyas preciosas que llaman el interés de cualquiera y la reina Sofía no queda exenta de ello. El joyero de la consorte de España guarda centenares de alfileres, algunos con un incalculable valor histórico. Aquí los 5 broche más especiales.
Lirio dinástico
Este alfiler ha sido elegido innumerables veces por reina Sofía para asistir a diversas cenas de gala durante su reinado, de casi cuatro décadas.
Esta joya fue dada en herencia por la reina Federica de Grecia a su hijo, el rey Constantino II en el exilio. Pero, algunas piezas menores se guardaron en la caja fuerte del Palacio de la Zarzuela, por lo que la consorte de Juan Carlos I recibió esta alhaja como recuerdo de su progenitora.
El broche de diamantes está dispuesto para formar una espigada flor de lis, emblema heráldico de la dinastía Borbón.
La flor desconocida
Esta pieza generó interés en la reina Letizia, mujer que ha demostrado desinterés por los imperdibles a comparación de la reina Sofía.
Esta pieza tiene forma de flor y cuenta con un tallo y hoja cuajado de diamantes. La consorte de don Juan Carlos lleva utilizando el broche desde la década de los 60 del pasado siglo. Se cree que este podría ser el regalo de bodas de las Cortes Generales franquistas.
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Herencia materna
Doña Sofía heredó de su madre, Federica de Hannover, un colorido broche elaborado en jade. La pieza dibuja un trío de flores: una amarilla, una rosa y un morada interrumpidas por dos hojitas verdes.
Esta alhaja es utilizada por la emérita para ceremonias familiares como la boda de su sobrino – Pablo de Grecia con Marie-Chantal Miller – o la comunión de su nieta.
Lazo principal
En la boda de su hijo, junto a la periodista Letizia Ortiz, la madre del novio le coloco un broche para sujetar el velo. Este adorno en forma de lazo está elaborado con diamantes y perteneció a la reina regente María Cristina de Austria.